La historia del Colegio de Bibliotecarios de Chile se remonta a comienzos de la década del ’40, época en que el avance científico y tecnológico hacía indispensable que las bibliotecas del país estuvieran a cargo de personal especializado, necesidad que estaba siendo cubierta a través de los cursos regulares que se impartieron durante 1936 a 1946 en la Biblioteca Central de la Universidad de Chile, periodo donde comienza a surgir la inquietud por agruparse, es así como en 1942 se realiza el I Congreso Nacional de Bibliotecarios. Posteriormente, en 1951 comienza sus actividades la Asociación de Bibliotecarios Profesionales de Chile, institución que participa de diversas actividades, como son: la primera Conferencia de Bibliotecas Públicas realizada en Sao Paulo, Brasil, el Congreso sobre Catalogación realizado en parís, Francia y la reunión realizada en Costa Rica para discutir sobre la traducción de las Reglas de Catalogación Anglo Americanas.
A fines de 1969, en el país habían 537 bibliotecarios titulados -cifra considerada elevada si pensamos que esta era una profesión nueva- lo insuficiente de esta cifra generó diversos problemas con respecto a la especialidad y como una forma de solucionar algunos de esos problemas y valorizando en la debida forma la eficiencia profesional, la Ley No. 14.453 dispuso que era necesario estar en posesión del título profesional de Bibliotecario para ser nombrado bibliotecario en la Administración Pública y en los Servicios y Empresas del Estado.
Poco a poco y cada vez con más fuerza va tomando forma la necesidad, la idea de constituir un Colegio Profesional como una forma de satisfacer en forma integral la aspiración lógica y justificada de todas las personas que ejercen la profesión de agruparse en un núcleo que, junto con proporcionarles protección los oriente y los guíe. Es así como, el 12 de Julio de 1967, en el Senado del Congreso Nacional de Chile el Honorable Senador Volodia Teiltelbom presenta a la Comisión de Educación Pública la moción que dio inicio al Proyecto de Ley que creó el Colegio de Bibliotecarios de Chile.
Cabe destacar que connotados bibliotecarios de la época, a través de sus intervenciones en la Comisión, contribuyeron a la discusión de la ley especialmente en temas que fueron causa de profundas discusiones e incluso, de veto presidencial: la Srta. Gabriela Amunátegui, Secretaria de la Asociación de Bibliotecarios Profesionales de Chile; la Srta. Silvia Anabalón, Directora de la Biblioteca de la Facultad de Medicina de la Universidad de Chile y profesora de la Escuela de Bibliotecología; el Sr. Sergio Costagliola, Jefe de la Biblioteca de la Corporación de Fomento de la Producción (CORFO) y Alberto Villalón, Director de la Escuela de Bibliotecología de la Universidad de Chile, todos ellos aportaron fundamentos que -según los boletines de sesiones- «sirvieron de fundamento para aprobar la idea de legislar sobre este Proyecto de Ley». Finalmente, a mediados de 1968, se manifiesta que «con el mérito de los antecedentes relacionados, vuestra Comisión de Educación Pública tiene el honor de recomendaros la aprobación de la ley».
Esta ley pone término a la Asociación de Bibliotecarios Profesionales de Chile y establece que un plazo de 6 meses, contado desde la vigencia de la ley, el Directorio de la Asociación organizará la elección de Consejeros Generales del Colegio de Bibliotecarios de Chile, firman los acuerdos de la sesión el 8 de Septiembre de 1967, los Honorables Senadores Volodia Teiltelbom, Salvador Allende y Edgardo Enríquez. Prosiguen los trámites constitucionales hasta que finalmente, el 3 de Julio de 1969, el Ejecutivo promulga la ley, la cual es publicada en el Diario Oficial el 10 de Julio de 1969, con lo que se constituye legalmente el Colegio de Bibliotecarios de Chile.
De acuerdo a lo dispuesto en la Ley Nº 17.161, recientemente promulgada y publicada, se efectuó la Asamblea General Extraordinaria de la Asociación de Bibliotecarios Profesionales de Chile con el fin de elegir la Comisión Especial encargada de llevar a efecto las elecciones estipuladas por la ley. Una vez constituida la Comisión, ésta procedió a realizar el proceso eleccionario celebrado entre los días 27 y 29 de Octubre de 1969.
El 11 de Noviembre de 1969, en la Sala de Lectura de la Biblioteca Central de la Universidad Católica de Chile, se reúne el Directorio de la Asociación de Bibliotecarios Profesionales de Chile junto a los once miembros electos del Primer Consejo General del Colegio de Bibliotecarios.
El Consejo acuerda por una parte, instituir el día 10 de Julio como el día que se celebrará en Chile el Día del Bibliotecario, oportunidad en que además celebramos y rendimos homenaje a todos los colegas que han ejercido durante 25 años la profesión y por otra; abrir el Registro General del Colegio para todos los bibliotecarios titulados (537 en aquella fecha) figurando inscritos, a Diciembre de 1970, 394 bibliotecarios colegiados.
Cabe mencionar dos hitos de gran trascendencia en los comienzos de la historia de nuestro Colegio: el 10 de Septiembre de 1970 se adquiere el bien raíz que hasta hoy cobija las dependencias del Colegio y, en segundo lugar, el año 1976 nace -en un sector de escasos recursos- la Biblioteca Pública Lomas de Macul. A la fecha, esta es la única biblioteca que posee el sector y si bien es cierto en el periodo de su creación respondía a las necesidades y demandas hoy es objeto de un proyecto que plantea su total reestructuración.
Producto del quiebre institucional producido en el país y tras 10 años de constituido nuestro Colegio, la Junta de Gobierno Militar modifica el accionar de los Colegios Profesionales a través de la promulgación de un Decreto Ley que disuelve todos los Colegios Profesionales del país transformándolos en Asociaciones Gremiales (A.G.), así los Colegios pierden la facultad para regular la ética profesional de sus asociados y la obligatoriedad de colegiarse para ejercer la profesión. A partir de este momento, el Colegio de Bibliotecarios es sucedido legalmente por el Colegio de Bibliotecarios de Chile, A.G.