Carta a presidente Piñera con el fin de expresarle la preocupación de los Colegios Profesionales que integran la Federación a propósito del enfoque excesivamente biomédico con el que se ha abordado la pandemia COVID-19, dejando fuera otros elementos igualmente relevantes durante la crisis.
Excelentísimo Señor
Sebastián Piñera Echenique
Presidente de la República
Presente.
De nuestra consideración:
Por intermedio de la presente me dirijo respetuosamente a Ud., en nombre de la Federación de los Colegios Profesionales Universitarios de Chile, para expresarle nuestra preocupación por el enfoque biomédico con el que se ha abordado la pandemia COVID-19, dejando fuera otros elementos igualmente relevantes durante la crisis.
Sabemos que lo fundamental es salvar vidas y, desde esa perspectiva los 22 colegios afiliados nos ponemos a disposición para apoyar en la tarea. No obstante, nos parece que es relevante ampliar el enfoque biomédico hacia un enfoque biopsicosocial para enfrentar la crisis. Desde esta perspectiva será posible abordar unitaria e interdisciplinariamente temáticas tales como:
1.-Los problemas de disponibilidad de elementos para enfrentar la pandemia en lo biomédico. En cuanto a la disponibilidad de EPP para el personal de salud, dada la complejidad de la situación internacional que debiera ser resuelto en nuestro país, le proponemos la creación de coordinaciones comunitarias que satisfagan la demanda local a costos mucho menores para el país. Lo mismo en cuanto a la disponibilidad de ventiladores mecánicos, pues sabemos de la existencia de un número importante de universidades que están trabajando en el tema por lo que pensamos que la estrategia sea FINANCIAR A LAS UNIVERSIDADES PARA LA FABRICACIÓN DE DICHOS VENTILADORES.
2.- Problemas de salud mental en la ciudadanía y en los equipos de salud. Hoy la población se ve enfrentada a una presión de difícil manejo, a nivel individual y colectivo, ya que las personas podrían desarrollar estados de angustia, reacciones violentas y otras asociadas a patologías de salud mental, la Federación cuenta con colegios profesionales que pudieren apoyar en este punto. Dado que es urgente el diseño de una POLÍTICA DE SALUD MENTAL DE EMERGENCIA COVID-19, sabemos que han existido experiencias exitosas en nuestro país en otro tipo de catástrofes, por lo que su diseño e implementación no requiere de mucho tiempo y podría estar lista en un par de semanas si se cuenta con los profesionales expertos en dicha materia.
3.- Desde una perspectiva social, lo más complejo es la situación de los trabajadores/as cesantes, personas que trabajan en forma independiente y, en general, las que han visto deterioradas sus condiciones de vida e ingresos a raíz de las medidas sanitarias instituidas para afrontar la pandemia de COVID-19. Pensamos que el mecanismo de adjudicación del seguro de cesantía es insuficiente, pues un vasto número de trabajadoras/es coincidentemente aquellos en situación más precaria o con empleos informales no cumple con los requisitos para obtener beneficios con cargo al Fondo de Cesantía Solidario. Además, la información disponible muestra claramente que los montos no son suficientes para evitar la precarización de las condiciones de vida de millares de hogares chilenos.En concreto, proponemos crear un FONDO NACIONAL SOLIDARIO DE EMERGENCIA PARA TRABAJADORAS/ES COVID19, para enfrentar la crisis social que acompaña a esta crisis sanitaria. Este instrumento pudiere ser financiado mediante fondos reservados de las diferentes áreas de la Hacienda Pública, así como con ayuda financiera temporal de instancias internacionales, las que están tomando medidas para colaborar con los países en esta disyuntiva mundial. Para efectos de la adjudicación de estos beneficios, el Estado ya cuenta con instrumentos apropiados, como la Ficha FIBE del Ministerio de Desarrollo Social y Familia, la que ha sido desarrollada precisamente para conducir los beneficios sociales en situaciones de desastres y emergencias. Además, hacemos llegar la propuesta del Colegio de Contadores de cómo se podría financiar este fondo.
4. Por último, pero no menos importante, urge la incorporación de la sociedad civil como apoyo al abordaje de la pandemia, ya que son estas organizaciones las que más conocen sus territorios y temáticas, por lo que es fundamental capacitar a este grupo para que en el momento más álgido de la situación puedan colaborar descongestionando centros asistenciales y respaldando la información entregada por el gobierno. La incorporación de las organizaciones permitiría romper la resistencia a validar la información proveniente del Ministerio de Salud y tomar seriamente lo que sucede.
Esta catástrofe puede convertirse en un desastre si no se toman las decisiones correctas y se opta por un enfoque biomédico y represivo, ó puede convertirse en una oportunidad de reencuentro nacional y relegitimación institucional. La decisión está en sus manos.
Le saluda fraternalmente
Mónica Alejandra Vargas Aguirre Presidenta
Federación de Colegios Profesionales Universitarios de Chile.