Con la presencia de Bárbara Figueroa Presidenta de la Central Unitaria de Trabajadores de Chile CUT, de José Pérez Debineli Presidente de la Agrupación Nacional de Empleados Fiscales ANEF, del Director de la OIT FabioBertranoua y de la Presidenta de la Federación de Colegios Profesionales Universitarios de Chile fue inaugurado el Centro de Investigación Moisés Poblete Troncoso de la Gran Logia de Chile.
En la ocasión la presindenta de nuestra organización realizó la siguiente reflexión:
Buenas noches a todas y todos, agradezco a Claudia Hasbún y Rafael Reyes por la invitación que nos hicieran llagar a inaugurar la Fundación Moisés Poblete Troncoso, un saludo especial al GM de la GL de Chile Sebastián Jans a La GM de la GLF de Chile Adriana Anitat Condon y a Marta Areyte presidente de las Damas de la Fraternidad, buenas noches a todas y todos…
Saludar la presencia también de la Central Unitaria de Trabajadores de Chile CUT a través de Bárbara Figueroa, de la Agrupación Nacional de Empleados Fiscales ANEF a través de José Pérez Debineli y de la Federación de Colegios Profesionales Universitarios de Chile a través de mi persona, este es un momento muy significativa en tanto estamos aquí presentes todas y todos los y las trabajadoras y trabajadores de nuestro país. Y por supuesto saludar al director de la OIT FabioBertranou quien representa el espacio de encuentro del mundo del trabajo.
En días tan significativos y convulsos como los que vivimos, quisiera referirme al relevante trabajo de Moises Poblete Troncoso en la legislación laboral chilena y los colegios profesionales y a la similitud del contexto previo al que él desarrolla su labor y el periodo actual en que estamos, porque quizás podemos sacar muchas lecciones de su accionar para intentar resolver nuestros problemas actuales de una buena forma.
Moises Poblete, realiza un gran trabajo de recopilación de las normativas que regían las relaciones laborales entre 1920 y 1950, la pregunta que quiero plantear aquí es ¿por qué realiza este trabajo en este periodo?.
Recordemos que a fines el 1800 y principios del 1900 la cuestión social explota en Chile, tal como ha explotado en nuestro país en el último tiempo. El 19 de octubre tiene su primera manifestación ya en el año 2006 con la revolución pingüina, sigue el 2011 con las demandas por educación gratuita, y del mismo modo a principios del 1900 comenzaron a realizarse una serie de manifestaciones, la más grande de la época fue ese 1 de mayo de 1907 con 30 mil obreros en las calles conmemorando del día del trabajo. Las demandas surgían desde lo más profundo de la tierra en las minas y desde lo más alejado de las ciudades en los cordones pobres de la periferia urbana.
Así como la revolución industrial implicó cambios en las relaciones económicas, de trabajo y sociales, la revolución tecnológica y su consiguiente aumento y mejoras en la educación y acceso al conocimiento, han implicado cambios en la sociedad actual… en las relaciones laborales, pero no solo laborales sino que se han generado cambios profundos en todas las esferas de nuestra sociedad…
La pobreza y desigualdad tanto a fines del 1800 como hoy en día, están a la base de las revueltas sociales y las demandas por avanzar en equidad, porque hoy, al igual que a principios del 1900 dicha pobreza y desigualdades se han vuelto intolerables para la mayoría de la población
Otra similitud entre esa época y la actual es que tanto a fines del siglo XIX como inicios del siglo XXI las ciudades son el reflejo de esas desigualdades, los cordones periféricos de obreros industriales en las grandes ciudades se asemejan a las desiguales condiciones de vida que ha generado la segregación social en nuestras ciudades fragmentadas, regidas por el mercado inmobiliario y la más brutal competencia por el suelo…
Estas condiciones objetivas se combinan con condiciones subjetivas que también se repiten, la existencia de una élite dirigente apartada de la realidad, disfrutando de sus viajes a Europa por estudio y/o placer en el 1900 los que las llevan a apartarse de la realidad concreta y palpable del obrero explotado en la fábrica y sufriente en la periferia.
Así también nuestras élites hoy, disfrutan de sus viajes a Miami de vacaciones o al medio oriente para intentar encontrar el rumbo espiritual en la pobreza lejana, despreciando nuestras playas y nuestra riqueza cultural y los conocimientos ancestrales del pueblo mapuche… distanciándose de una ciudadanía sumida en la desesperación del endeudamiento, la marginalidad y la desesperanza aprendida
Y finalmente, los obreros de antaño, al igual que los trabajadores y profesionales de hoy, se cansaron de esperar que el pacto social de la época se cumpliera… y vuelven a reclamar de la única forma en la que una sociedad que no cumple sus promesas les deja como alternativa... las calles, a las que hoy se suman las redes sociales, en donde el reclamo popular por mayor equidad que no es más que mayor dignidad, se manifiesta y amplifica. .
Porque tanto a fines del 1800 como el 18 de octubre del 2019, la ciudadanía esperó paciente el cumplimiento del pacto… hasta que el dolor se hizo insoportable y las desigualdades demasiado “groseras” y sí voy a utilizar el concepto de groseras porque es una grosería lo que sucede hoy en Chile, es una “Descortesía, una falta grande de atención y respeto” para la mayoría de la población que habita nuestra larga y angosta franja de tierra.
Más allá de las diferencias en las corrientes que propusieron soluciones antaño, lo que quedaba claro es que desde una perspectiva ética, estatal y/o de distribución del poder, existía una coincidencia, y esa era la de la necesidad de solucionar los problemas originados por la llamada “cuestión Social de la época” por ello, ya en 1920, la cuestión social es abordada seriamente para convertirse en la cuestión política y de convivencia social, la que se tradujo en tremendos avances en el logro de la equidad y dignificación del trabajo de todas y todos.
Hoy Tenemos puestas las esperanzas en que algo similar suceda en nuestra época, y que logremos avanzar en cuestiones concretas, como la renta única universal, el impuesto a los súper ricos y las 40 horas de trabajo.
En el 1900, Moises Poblete, con una desde mi perspectiva, visionaria actitud, se da a la misión de sistematizar los diversos intentos por mejorar las condiciones de los obreros de la época y las organizaciones que los representan. Así Poblete, rescatar la historia y evolución del movimiento obrero y sus organizaciones, esta sistematización de la historia de la evolución del empleo y el sindicalismo en Chile y en América Latina es base, hasta el día de hoy, para quienes desarrollan investigaciones vinculadas al mundo del trabajo.
Poblete en su obra, no solo se queda en el rescate de lo académico, sino que cumple un rol relevante como Director de la Oficina del Trabajo y redactor del proyecto de Ley de Código laboral presentado al parlamento en 1921 durante el gobierno de Arturo Alessandri. Cumpliendo además una relevante labor en la Organización Internacional del Trabajo, realizando una recopilación de la legislación social en América Latina, trabajo que da cuenta de los avances de dicha legislación en el continente.
Hoy, el desafío es enorme, el impacto de la revolución tecnológica, el avance del neoliberalismo primero y la pandemia por COVID 19 después ha implicado que Según datos de la OIT; en el mundo un 93% de los trabajadores y trabajadoras residan en países en los que se han tomado medidas que implicaron el cierre de lugares de trabajo a consecuencia de la pandemia, esta situación a su vez ha significado serios efectos en el mundo del trabajo, y ha provocado lo que la misma OIT denomina “la crisis laboral más grande desde la Gran Recesión”
En este sentido, si bien los efectos particulares de la crisis varían de país en país y entre industrias, es posible apuntar a ciertas tendencias comunes en los mercados laborales. Estas consecuencias son por ejemplo que “En el año 2020 se perdió el 8,8% por ciento de las horas de trabajo a nivel mundial con respecto al cuarto trimestre de 2019, lo equivale a 255 millones de empleos a tiempo completo”, es decir, una pérdida de empleos que cuadriplica la pérdida producida por la crisis financiera mundial del año 2009, no obstante, a diferencia del 2009, esta crisis se caracteriza no solo por la pérdida de horas laborales sino que, adicionalmente hubo un porcentaje importante de la población que buscaban empleo, pero que producto de la crisis salieron del mercado laboral, dado que no se vislumbra ninguna oportunidad de encontrar trabajo a corto plazo, así lo señalan tanto el informe de la OIT Panorama Laboral en tiempos de la COVID-19 Impactos en el mercado de trabajo y los ingresos en América Latina y el Caribe del año 2020 y el mismo informe del año 2021
En el caso de Chile, la porción de inactivos potencialmente activos, es decir, en edad de trabajar, en el periodo Marzo-Mayo 2020 aumentó de un 13,0% a un 32,3%, cifra muy alta en una economía contraída por la pandemia.
NO obstante, estas pérdidas no se distribuyen de manera equitativa entre países, rubros y géneros. De acuerdo con la OIT el 68% de los trabajadores por cuenta propia, 67% de los empresarios, 34% de los asalariados informales, 24% del servicio doméstico y 23% de los asalariados formales sufrieron pérdidas de ingresos.
Sin embargo, tanto los trabajadores por cuenta propia como los trabajadores en servicio doméstico declararon en mayor porcentaje el no haber recibido ingresos. Con todo lo que ello implica para la vida de esas personas y sus familias. Porque cada número mencionado aquí , son personas, familias, cuerpos, emociones y relaciones están contenidos en cada porcentaje del que les estamos hablando.
Como señalé, estas tendencias han tenido efectos dispares también en términos de género. En términos relativos, la disminución anual en del empleo femenino es un 5% más alta. Una cifra considerable de estas pérdidas del empleo femenino son atribuidas a una mayor participación en los sectores más afectados por la crisis, en particular a aquellos vinculados al sector informal y las dificultades en conciliar el trabajo remunerado con responsabilidades familiares dado el cierre de servicios educativos y de cuidado. Cuestión que devela la persistente desigualdad de género en el mundo.
En el caso de Chile en términos relativos, para el periodo de Abril-Junio 2020 utilizando datos del ENE, se produciría una caída mayor en el empleo femenino, con una diferencia de 17,3% en hombres y 23,5% en mujeres.
Lo más preocupante es que de acuerdo a datos de la CEPAL del año 2021 la recuperación de empleos se ha centrado principalmente en hombres, siendo esto atribuido a que muchas mujeres continúan dedicándose al cuidado del hogar y familiares dado el restringido funcionamiento de centros educativos y de cuidado .En esta línea, a pesar de que en Europa la disparidad en tareas de cuidado y tareas domésticas ha disminuido, en el resto del mundo y en particular en Chile, esta ha aumentado llegando a una diferencia de 9 horas semanales en trabajo domestico y 14 horas de cuidado infantil entre hombres y mujeres. Un llamado a aquellos que comparten labores de cuidado a cumplir con las horas que les corresponde para así repartir la pesada carga que hoy tienen las mujeres y que son responsabilidad de todas y todos.
Por otro lado, los modos de trabajo también han cambiado sustancialmente. En promedio en el mundo, un 24% de trabajadores que nunca habían teletrabajado antes comenzaron a hacerlo en la pandemia, en el caso de Chile, en Mayo 2020, al menos un 24,9% de los ocupados realizaron trabajos de al menos una hora a distancia.
En términos concretos, tomando solo a los profesionales, científicos e intelectuales en la encuesta Nacional de Empleo de los trimestres Marzo-Mayo 2020 a Diciembre-Enero 2021, el trabajo desde el hogar da un salto importante, pasando de cubrir a un 16,5% de la población de profesionales, científicos e intelectuales en Marzo-Mayo 2020 hasta y un 51,4% en Junio-Agosto del mismo año… estos son profesionales trabajando con teletrabajo
El desafío entonces es enorme, no solo nos enfrentamos a las complejas condiciones de cambios productos de la tecnología, a la desigualdad, al distanciamiento de las élites sino que nos afrentamos a una de las peores crisis sanitarias de la historia en tanto su extensión mundial y número de personas afectas. Necesitaremos de muchos y muchas Moisés Poblete Troncosos, contribuyendo al registro de la historia y al planteamiento de nuevas propuestas para regular las relaciones laborales, sabemos que los profesionales en chile están preparados para aceptar el desafío, esperamos que tengan el espacio que les corresponde para realizar sus aportes y para ello, necesitamos una ley de colegios profesionales que les devuelva el rol social que les corresponde a los colegios profesionales cual es la regulación ética del ejercicio profesional porque mucha de las corrupciones de las elites profesionales en su mayoría, se habrían evitado si hubiese habido un cuerpo colegiado de pares que regulare el ejercicio ético de sus respectivas profesiones.
Si a principios del siglo XX los colegios profesionales fueron fundados para recuperar la fe pública, esperamos que hoy una ley de colegios profesionales contribuya a la recuperación de la confianza, el foco en el bien común y el ejercicio ético de las profesionales.
Para terminar que gustaría agradecer a la Gran Logia de Chile y su gran Maestro Sebastián Jans, a Rafael Reyes y a Claudia Hasbún por asumir el relevante desafío de crear esta fundación en un momento en el que se requiere de muchas y muchos Moisés Poblete que recuperen las soluciones pasadas a problemas actuales con visión de alternativas de solución futura…. cuenten con mi apoyo para acompañar el proceso.
Mónica Alejandra Vargas Aguirre
Presidenta
Federación de Colegios Profesionales Universitarios de Chile