Nada es en realidad, tan cierto, ni tan sabido, cuestiones que un día parecen certezas, al día siguiente son derrumbadas como mitos, el mejor ejemplo es “La Teoría de la Relatividad de Einstein”, la que establece que la forma del Universo puede ser plana, o esférica o hiperbólica, dependiendo de la cantidad de masa y energía que contenga” quiero decir con esto, que si en física la realidad es “relativa”, en las interacciones humanas lo es más aún, lo que un día pareciera obvio e incuestionado, o al menos extensamente aceptado, como la esclavitud, el orden medieval, o las colonias… años después nos parece arcaico y violento, absurdo casi incomprensible.
Hoy, el mundo ha cambiado y se ha vuelto más inestable que nunca, se ha abierto la Caja de Pandora que contiene todos los males del mundo, ya la crisis no es solo social y política, es también medioambiental, ya no está en riesgo una visión política u otra, hoy el riesgo es global y amenaza a la especie humana en su conjunto. El sociólogo polaco Zigmmund Baumann nos habló de liquidez de las relaciones en sociedad, el alemán Ulrich Beck da cuenta de una sociedad del riesgo. El cambio climático, las guerras y la hambruna son fantasmas corpóreos, presentes en el cotidiano, la sensación de inestabilidad y de angustia se apodera de nosotros al pensar en el Amazonas ardiendo a fuego lento a vista y paciencia de un presidente empresario, “Our house is burning. Literally” escribió Emanuel Macrón… Bolsonaro respondió a la ayuda ofrecida con un rotundo y soberbio NO… ahí es cuando volvemos a lo privado y nos preocupamos en nuestros hijos y el planeta que les heredaremos.